Cuando llegas a los Estados Unidos estás desorientado, sientes miedo y todo es confuso, cargas un peso muy grande que traes desde tu país, la violencia, el racismo, la falta de oportunidades o buscar un mejor futuro para ti y para tu familia son las más grandes razones para llegar aquí, sin embargo, todos tenemos una historia distinta por contar.
Irte de tu país de origen no es una decisión sencilla, los que hemos vivido la migración sabemos todo lo que pasa por nuestras mentes a lo largo del camino por recorrer, gran parte de nuestras vidas se quedan junto a nuestra familia, junto a nuestro pueblo, junto a nuestro país, el miedo es nuestro fiel acompañante en esa larga travesía.
Antes de llegar a los Estados Unidos ya hemos pasado por muchas cosas, muchos de nosotros pasamos por varios países antes de llegar a nuestro destino, nos sentimos vulnerables y cruzamos una línea imaginaria que nos divide como países, nos hacen sentir como intrusos que irrumpen de forma abusiva su vida.
Para nosotros los inmigrantes pasar de un país a otro requiere de esfuerzo y fortaleza, recorres caminos nuevos y llenos contrastes, por un lado, estás optimista por alcanzar tus sueños, quieres ayudar a los tuyos, por otro lado, desconoces hasta las personas que te llevan hasta la frontera, tu anhelo se reduce a confiar en desconocidos, a vivir el día a día con valentía, a pedirle a tu Dios que te ayude y te cuide de todo mal.
Sin importar la manera en la que llegaste a Los Estados Unidos, pasaste por las necesidades más básicas, te hizo falta un trago de agua o un trozo de pan, nos convertimos en unos guerreros que afrontan con valentía los cambios, a pesar del miedo y la incertidumbre no nos rendimos, muchas veces hacemos el mismo viaje porque en las anteriores ocasiones no logramos nuestro objetivo, el amor por los nuestros lo puede todo, nos transformamos en super personas que arriesgan su propia integridad con el fin de alcanzar el sueño americano.
Cuando logras cruzar la frontera sientes una gran satisfacción en medio de todo lo malo, estás decidido a comerte el mundo y comenzar una nueva vida para ti y para los tuyos, trabajas fuertemente con alegría porque empiezas a notar que tu vida comienza a mejorar, tienes la oportunidad de ayudar a los tuyos desde la distancia, el cansancio se convierte en algo secundario porque la satisfacción de estar ayudando y creciendo te hace sentir mejor.
Sin embargo hay algo más con lo que debes vivir, tu estatus en el país no es el que quisieras, evitas a las personas de migración porque sabes que sería un reinicio a todo lo que has logrado hasta ahora, afortunadamente las cosas pueden ser distintas, muchos de nosotros los inmigrantes logramos alcanzar un estatus legal dentro de los Estados Unidos, las posibilidades de iniciar un proceso son muy grandes, al igual que muchos de nosotros puedes empezar a soñar con vivir en este país sin esconderte de la ley, puedes alcanzar la paz y la plenitud que mereces, sigue luchando por tus sueños y alcanza la vida que te mereces.
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